Alquila una propiedad hoy. Condiciones favorables, incluso sin historial.

Advertisement

Alquilar una vivienda en Estados Unidos es un paso fundamental para quien se está mudando al país, pero a menudo surge un obstáculo: la falta de historial crediticio en EE. UU.

Consulta a continuación algunas opciones seleccionadas especialmente para ti:

Sin un “credit history” o con un puntaje muy bajo, muchos arrendadores (“landlords”) o firmas inmobiliarias (“property management companies”) dudan en aprobar la solicitud.

Sin embargo, esto no significa que sea imposible. Con estrategia, documentación adecuada y alternativas creativas, se puede conseguir el alquiler incluso sin crédito estadounidense.

¿Por qué es importante el historial crediticio?

Al procesar una solicitud de alquiler, muchos arrendadores realizan una “tenant screening” (verificación del arrendatario), que suele incluir revisar el crédito, antecedentes penales (background check), registros de desalojo (eviction history) y referencias de arrendamientos anteriores.

El puntaje de crédito (normalmente el FICO) permite estimar la fiabilidad de pago del inquilino. Si no posees historial de crédito en EE. UU., el informe puede aparecer “vacío” o sin puntaje, generando mayor riesgo percibido por el arrendador.

No obstante, múltiples fuentes especializadas confirman que es posible alquilar sin crédito, siempre que se ofrezcan garantías que compensen esa brecha.

Estrategias eficaces para alquilar sin crédito

1. Presentar prueba sólida de ingresos o ahorros

Si ya tienes un empleo en EE. UU. o contrato, presenta tus nóminas recientes (pay stubs), extractos bancarios o carta laboral (employment verification). Esto demuestra capacidad económica. Si posees ahorros considerables, ese saldo bancario también puede servir como garantía.

2. Ofrecer un depósito de seguridad elevado o alquiler adelantado

Una forma poderosa de convencer al arrendador es ofrecer meses de alquiler por adelantado (por ejemplo, dos o tres meses) o un depósito de seguridad extra (más alto de lo habitual).

Muchos propietarios aceptan esto cuando perciben mayor riesgo.

3. Usar un co-signer (co-firmante) o guarantor (fiador)

Si tienes alguien (familiar, amigo, colega) con buen crédito en EE. UU., puedes pedir que firme contigo el contrato (co-signer).

Esta persona se compromete si no pagas. En algunos estados o zonas existen empresas que actúan como “guarantor services”, cobrando una tarifa y actuando como fiador profesional.

Pero estas empresas suelen exigir algún nivel de crédito o historial financiero previo.

4. Buscar arrendadores privados o propiedades pequeñas

Las grandes firmas de administración de inmuebles (como grandes redes inmobiliarias) suelen tener reglas estrictas de crédito.

En cambio, arrendadores privados tienen más flexibilidad y podrían aceptar condiciones alternativas. más factible negociar directamente con propietarios individuales que con grandes compañías.

5. Presentar referencias y antecedentes personales

Si ya viviste en otro país o en arrendamientos anteriores (aunque no en EE. UU.), consigue referencias de tus antiguos arrendadores, comprobantes de pagos pasados o cartas de recomendación que demuestren responsabilidad.

Esto ayuda a respaldar tu perfil. También puedes presentar referencias personales o laborales locales.

6. Utilizar programas “no-credit-check” o propiedades que no exigen verificación

Algunos inmuebles o arrendadores promocionan “no credit check” (sin verificación de crédito). Esto normalmente implica que se exijan otras garantías (fiador, depósito alto, comprobante de renta).

Estas oportunidades son más comunes en zonas con alta rotación de inmigrantes o estudiantes.

7. Construir crédito en EE. UU. desde el primer momento

Aunque no ayude de inmediato a esa primera renta, es crucial comenzar a construir crédito.

Abrir una tarjeta de crédito asegurada (secured credit card) o convertirse en usuario autorizado (authorized user) de otra persona ayuda.

Pagar facturas de servicios públicos si son reportadas al crédito también puede ayudar.

Testimonio

Mariana, recién llegada como inmigrante, había conseguido trabajo en Miami, pero enfrentaba el gran reto de alquilar: no tenía historial crediticio en EE. UU. Reunió tres recibos de nómina del nuevo empleo, extractos bancarios que mostraban saldo decente y ofreció pagar dos meses de renta por adelantado. También persuadió a una amiga que vivía en EE. UU. para que fuera co-signer. Apuntó sus búsquedas a viviendas pequeñas en vecindarios menos céntricos y negoció directamente con el propietario particular. Tras varias negativas, un arrendador independiente aceptó su propuesta. Tres años después, renovó su contrato, construyó crédito y aconseja a otros en similar situación: “demuestra que puedes pagar — con documentos, garantías o depósitos — y busca quien aún crea en posibilidades”.

Este tipo de experiencia coincide con relatos de inmigrantes que tuvieron que ofrecer varios meses por adelantado o depender de fiadores.

Riesgos y precauciones legales

Antes de firmar, evita trampas o cláusulas abusivas. Asegúrate de que el contrato sea formal, que especifique duración, ajuste, obligaciones y solicita siempre recibos de pago.

En muchos estados es obligatorio que el arrendador entregue comprobantes de pago.

Además, bajo las leyes federales de vivienda (Fair Housing Act), es ilegal discriminar por origen nacional o por la naturaleza del crédito.

Al usar servicios de guarantor, revisa bien tarifas, condiciones y responsabilidades legales. Si posible, consulta un abogado local de vivienda (“tenant lawyer”).

Cómo aumentar tus posibilidades de éxito

Negocia con transparencia: explica por qué no tienes crédito en EE. UU., pero enfatiza tu estabilidad laboral y capacidad de pago.

Presenta documentos organizados. En mercados competitivos (Nueva York, Los Ángeles, Miami), propuestas agresivas (depósitos extra, varios meses adelantados) pueden marcar la diferencia frente a otros solicitantes.

Sí, es posible. Muchos arrendadores aceptan alternativas como depósitos más altos, pago por adelantado, comprobante de ingresos, uso de co-signer o arrendadores más flexibles.

Es una persona que firma el contrato contigo (co-signer) o que garantiza el pago si tú no cumples (guarantor). Esta persona debe tener buen crédito. Algunas empresas especializadas ofrecen el servicio de guarantor a cambio de una tarifa.

Depósitos equivalentes a 2 o 3 meses de renta, o pagos adelantados por el mismo período, son comunes en estos casos. A veces se requiere más, según el arrendador o el mercado local.

Puedes presentar tus recibos de pago recientes, contrato laboral, extractos bancarios, cartas de tu empleador o comprobantes de ahorros.

Pueden existir, ya que no exigen una verificación formal de crédito, pero probablemente pedirán otras garantías (fiador, depósito alto). Revisa el contrato con cuidado para evitar fraudes o cláusulas abusivas.

Sí. Las tarjetas de crédito aseguradas (secured credit cards), los pagos de servicios públicos reportados y un buen historial como inquilino ayudan a construir tu credibilidad crediticia.

Tienes derecho a pedirle que te indique por escrito el motivo de la negativa (según las leyes de crédito). En algunos casos, ofrecer garantías adicionales (depósito mayor, co-signer) o buscar arrendadores más flexibles puede cambiar el resultado.

Revisa anuncios en Zillow, Trulia, Realtor.com, Apartments.com y contacta agencias inmobiliarias reconocidas (como Keller Williams, Century 21, Coldwell Banker) para preguntar por propiedades que acepten extranjeros.

Con paciencia y estrategia, muchos inmigrantes logran alquilar su vivienda en el primer o segundo mes — aunque para inmuebles de lujo es más difícil.

You may also like

content

US Bank Altitude® Go Visa: No Annual Fee and Excellent Rewards

Earn rewards on dining, streaming, groceries, and more with the US Bank Altitude® Go Visa Signature® Card—no annual fee, endless benefits!

Keep Reading
content

Best Budgeting Apps: Download and Manage Your Finances

Do you want to efficiently organize your finances? Read the article to discover the best budget apps to manage your financial life.

Keep Reading